jueves, 22 de marzo de 2012

Mi primer cuento...

…en el mundo de los miedos



En un colegio como cualquiera de los que conocemos de buena reputación, excelentes promedios académicos, futuros promisorios, padres que se preocupan por el buen nombre representado en sus hijos, docentes  que hacen su mayor esfuerzo por mostrarles la necesidad de salir del impasible, flexivo y simplista mundo de la mediocridad, se hallaban nuestros actores de esta historia. Un grupo de jóvenes que experimentaban en sus vidas la agridulce contemplación de la buena esperanza del voy a hacer algo y la cruda realidad del mire a ver qué puedes hacer. La profesora de artes, una señorita que, además  de bella en su esbelta figura, representa la inteligencia de ver el mundo con los ojos de lo posible en donde sólo se encuentran rasgos, trazos, y figuras deformes. Por medio del arte enseñaba a sus estudiantes a ubicarse en un multiuniverso lleno de posibilidades y de personajes jamás calculados en la reducida y prepotente razón humana.

Qué es la realidad le preguntó a sus estudiantes. Cada uno dio sus respuestas, pero el grupo del que no hemos hablado y ya lo haremos, se llevó a su descanso esa pregunta en sus cabezas: Natalie, la más inteligente, ecuánime y bien hablada, Arwen, la niña más bella, responsable, y amigable, por lo que era la más asediada por los galanes de película que querían ser, Tatiana, aquella estudiante en la que todos le colocaban las tareas del líder, por lo tanto la estricta y la anciana por su manera de mandar, Jacky, la niña mujer que enamoraba con su caminar a todo el que se atrevía a mirarla.

Se hallaban en el auditorio que para ellas era el lugar de lo posible. Este lugar, mágico de por sí, era aquel rezago espacial donde todo tenía vida, las palabras, los objetos, las personas, todo tenía vida si así lo querían.

No hay comentarios:

Publicar un comentario